Consejo Presbiteral aborda situación de la Iglesia Apureña ante la Pandemia.

El Consejo Presbiteral de la Diócesis de San Fernando de Apure se reunió este Jueves 17 de Junio en el Salón de Casa Episcopal, para tratar temas relacionados con el gobierno de la Iglesia.

«La jornada se desarrolló en un clima de fraternidad y amor a la Iglesia», dijo Mons. Alfredo Torres, Obispo de San Fernando de Apure, quien manifestó sentirse a gusto con este equipo de hermanos Sacerdotes con los que comparte afanes y proyectos pastorales. «Aquí se consultan cosas, nos escuchamos y decidimos lo que más convenga. En San Fernando de Apure van caminando muchas cosas. Ustedes, mis hermanos Sacerdotes, me ayudan a gobernar esta hermosa Iglesia apureña», afirmó.

Se comenzó a los pies del Señor Sacramentado en la Capilla de Casa Episcopal; allí los presentes recitaron la hora tercia y luego el Sr. Obispo dirigió un momento de reflexión en torno a la Encíclica Fratelli Tutti; acto seguido se desarrolló la agenda abordando temas relacionados con la administración, servicios proyectos e iniciativas pastorales, en medio de esta situación concreta de Pandemia.

El Consejo Presbiteral, está conformado por aquellos Sacerdotes que tienen servicios concretos, además de sacerdotes designados por el Clero y por el mismo Obispo, según el Derecho Canónico y tiene como misión ayudar al Obispo en el Gobierno de la Diócesis conforme a la norma del derecho, para proveer lo más posible en el bien pastoral de la porción del Pueblo de Dios que se ha encomendado.

La Iglesia de San Fernando ante la Pandemia.

En esta reunión, el Consejo Presbiteral abordó la situación de la Iglesia de San Fernando de Apure ante el considerable incremento de los casos de COVID19 registrados durante las últimas semanas en el Estado. «Mantenemos nuestro compromiso a favor de la vida, abiertos al servicio de la gente, cuidándonos y ayudando a cuidar a los demás», dijo el Mons. Torres, al mismo tiempo que recordó las indicaciones emanadas en la última exhortación pastoral sobre las medidas de bioseguridad.

La Pandemia nos ha recordado lo frágil y vulnerable que somos. Sin embargo, en medio del dolor y del miedo por el contagio y las probabilidades de muertes, la Humanidad tiene el reto de “aprender de lo vivido”, no para ser igual que antes, sino para ser mejor que antes. En este contexto, la Iglesia de San Fernando de Apure ha dado un admirable testimonio de solidaridad y valentía que quedará grabado en la historia, pero al mismo tiempo de responsabilidad, acompañando a este pueblo, también en los momentos de oscuridad.

PRENSA DIOCESANA

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