Homilía del Excmo. Mons. Alfredo Torres, Obispo de San Fernando de Apure, en la Fiesta Patronal de la Parroquia Ntra. Sra. del Valle, el 12 de Septiembre del año 2022.
Con sentimientos de devota filiación hacia María Santísima, en este caso en la advocación de Nuestra Señora del Valle, rematamos la corona de oración de estos días de novena, con el broche de oro eucarístico esta tarde, participando en esta Eucaristía de adoración al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo y veneración a nuestra amantísima Virgen Madre en 51° aniversario consecutivo de devoción y amor. Quiero invitarlos a vibrar de santa emoción, para celebrar en pleno sentido de la palabra, este homenaje, no en cumplimiento de un rito sino celebrando, haciendo fiesta y degustando los ricos sabores que desprende, la proclamación viva y eficaz de la Palabra.
Hoy nos llena de regocijo esta bienaventuranza, que viene a complementar, las ya conocidas en el sermón de la montaña (Mt 5 y Lc 6,20). Permitamos que nos golpee con sus palabras que nos desafíe y nos interpele a un cambio, como en efecto deseamos colocando la centralidad de la palabra como gran eje conductor de nuestra vida diocesana: Dichosos en la mirada pagana, de la avalancha de propuestas con muchísimos recursos y medios, para apostatar de nuestra fe, siguiendo el vacío de obtener riqueza fácil, robando y traicionando a quien sea, claudicando de los principios más básicos de la persona, aceptando sin inmutarse, el aborto, el desprecio de la persona, abandonando el calor del ambiente familiar y presentando un mundo al revés… por cierto muy lejos de la Palabra de Dios.
Hoy nos recuerda en honor a la Madre Amantísima, la dicha verdadera, lo que nos lleva a la auténtica felicidad no solo allá en el cielo sino desde aquí en la tierra: resuena con voz retante: “Dichosos los que escuchan la palabra de Dios, la hace vida en la vida de cada día…” La Muerte ha sido absorbida en la victoria exclama el Apóstol Pablo a los corintios en el capítulo 15 de la primera carta a corintios. Demos gracias a Dios que nos da la victoria, por nuestro Señor Jesucristo.
Y para más prueba, esta victoria ya ha sido realizada en María Santísima, garantía irrefutable de esperanza de nuestra fe. Como nos vamos a querer a María y colocarla de hermoso seguimiento del Señor. Saco como conclusión y retante conclusión al escuchar esta Palabra del Señor a seguir redoblando intensamente los esfuerzos, para que muchos conozcan esta Palabra… El mundo con sus guerras y atrocidades (tenemos la viva la amenaza de una explosión nuclear) en contra del mismo hombre no significa otra cosa que la ausencia de plan de salvación contenida en su Palabra…
¿Cuántas veces venimos al templo y salimos tan vacíos como al entrar? Maltratamos la palabra… Danos María del valle, una pasión sin límites de amor y deseo de la Palabra de Dios, aumenta nuestra sed de ella y lograr que empape nuestra existencia: llevemos hoy a nuestro hogar: Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la hacen vida…