“De Puertas abiertas, obligada a vivir encerrada” Opción Pastoral y Pedagógica que favorece la Conversión.

Por: Pbro. Ender Moissant.

Vivimos momentos difíciles por la pandemia que tiene de rodillas a la humanidad. Nos han empujado al confinamiento, limitando todas nuestras expresiones públicas de Fe, y hemos tenido que recurrir a la odiosa experiencia de lo virtual para alimentar entre nosotros la presencia de Dios y nuestro ser eclesial.

Y llega un momento en el que debemos preguntarnos, qué hacer o si lo que estamos haciendo, responde a nuestra misión como Iglesia. Porque a ejemplo del Buen Pastor, también en los momentos de dolor y de oscuridad, la Iglesia debe hacerse compañera de camino, para mostrar el camino de la salvación.

Tengamos en cuenta aquello que decía San Pablo VI: “La Iglesia Existe para evangelizar; esto es, para anunciar la Buena Noticia de Jesucristo”. Y nuestros Obispos Venezolanos nos han recordado en el Documento 1 del Concilio Plenario que: “La Iglesia  o es Misionera o deja de ser Iglesia”. Palabras que deben interpelarnos y que nos ayudan a pensar o re-pensar nuestra Misión en esta situación de cuarentena. ¿Hoy día, como entender esto?

¡Evangelizar! Ay como tres enfoques: el enfoque conceptual, que confunde “Evangelizar” con “adoctrinar”, limitando esta experiencia gozosa a un enseñar verdades de fe para poder salvarme o ser de verdad miembro de la Iglesia. El segundo enfoque , pudiéramos llamarlo “Devocional”, y es pensar que evangelizar es hacer que las personas participen de las celebraciones litúrgicas; y vemos entonces que a veces, ir a un barrio a celebrar una Misa, ya eso lo llaman Evangelizar. Ciertamente el aspecto Formativo (Enfoque conceptual) y el Devocional son importantes, y elementos de la misma experiencia de evangelización: pensemos por ejemplo en la Catequesis o en las diversas manifestaciones que nos ayudan a tener encuentro con Cristo para calentar el corazón. Pero estos dos enfoques son siempre un segundo aspecto del proceso evangelizador, necesarios y consecuencia de otro aspecto que pudiéramos llamar “primario”; no podemos limitar a ellos la evangelización: la evangelización es mucho más y tiene un punto de partida.

El tercer enfoque, que pudiéramos llamarlo “de puertas abiertas”, nos invita a asumir actitudes de escucha, de acercamiento, de valoración lo que el otro tiene, reproduciendo la experiencia de Jesús con los Discípulos de Emaús en la que el divino caminante se hace compañero de Camino. El Papa Francisco en la Evangelii Gaudium describe la Evangelización como esa experiencia sencilla, cargada de humanidad, de acercamiento, de acogida, y en medio de esas situaciones concretas, hacer presente el mensaje, en principio no con nuestras palabras quizás (aunque siempre será necesario hablar de lo que hemos creído), sino sobre todo con nuestro testimonio de “ternura, de cariño”, que haga presente, a través de nosotros, de nuestro trato, lo que es la Iglesia: una madre.

“De puertas abiertas” no es solo algo físico, abrir los templos, por ejemplo; es una opción pastoral o pedagógica, si se quiere: es un estilo de vida en relación a los otros que deben sentirse acogidos, con todo y sus historias o situaciones, y en medio de esas diversas situaciones, anunciarles la buena noticia que alegra el corazón y salva; ya lo hemos dicho, anuncio que debe ser con nuestras palabras, pero sobre todo con nuestras acciones. Nuestro modo de vivir y de relacionarnos con los demás debe ser como un incienso que haga sentir el buen olor del evangelio, porque la Buena Noticia es Vida. Lo demás (la organización, la catequesis, los compromisos) vendrán por añadidura.

Este aspecto, además de ser una “opción Pastoral”, es una “Pedagógica”. Vamos aprendiendo, nos va ayudando a convertirnos, porque nos pone en actitud de escucha y valoración, no para condolernos de los demás “que no están en la Iglesia”, sino sobre todo para aprender ellos. La gente tiene cosas buenas, aunque no vengan a la Iglesia. Una Parroquia, un Grupo, un movimiento, una congregación “de puertas abiertas”, sabe de humanidad, porque está contacto con ella, y es a ella a la que le servimos.

Pues bien, les invito a que pensemos, dialoguemos, con la fuerza del Espíritu Santo, cómo vivir esto HOY en nuestra Parroquia. ¿Qué podemos hacer para evangelizar, para vivir “de puertas abiertas” aunque estemos encerrados? Eso nos toca.

(Mensaje a los miembros del Consejo de Pastoral de la Parroquia NS del Valle. Octubre de 2020).

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio