Durante estos días, nuestras comunidades apureñas celebran el Sacramento de la Confirmación de jóvenes y adultos, lo cual llena de esperanza a la Iglesia Local. La Confirmación es el Sacramento del Espíritu Santo que confirma nuestra pertenencia a Cristo y a la Iglesia; y esto es así porque «el Espíritu Santo es el gran influencer» (P. Alberto Garnique, capellán de la Facultad de Ingeniería la Universidad de Piura – Perú)
“En un mundo, en una sociedad, donde se subraya excesivamente la voluntad de hacer las cosas por sí mismo o con la ayuda de la menor cantidad de personas posibles, una sociedad marcadamente individualista, cualquier sacramento y específicamente el de la confirmación es un mensaje de Dios y de la Iglesia, para decirle a los jóvenes: podemos ayudarte a sacar adelante tu vida misma, con todas tus preocupaciones y alegrías, con tus éxitos y dificultades… Escuchemos al Espíritu Santo, al gran influencer que habita en tu alma y del cual has recibido una especial efusión el día de hoy. Verdaderamente nunca estás solo, solo tienes que poner atención para escucharlo. Escuchándolo encontrarás consejo, sabiduría, fortaleza, inteligencia, piedad, entre otros dones, que son cualidades que está llamado a desarrollar el soldado de Cristo”
Papa Francisco nos ayuda a aclarar más esto. En la Catequesis del 23 de Mayo de 2018 afirmó que «si en el bautismo es el Espíritu Santo quien nos sumerge en Cristo, en la Confirmación es el Cristo quien nos llena de su Espíritu, consagrándonos como testigos suyos, partícipes del mismo principio de vida y de misión, según el diseño del Padre celestial».
«El que puede hacernos realmente sal que da sabor y conserva de la corrupción y luz que ilumina el mundo es solo el Espíritu de Cristo. Y este es el don que recibimos en el Sacramento de la Confirmación o Crismación, sobre el que deseo detenerme y reflexionar con vosotros. Se llama ‘Confirmación’ porque confirma el Bautismo y refuerza su gracia (Catecismo de la Iglesia Católica, 1289); así como ‘Crismación‘, porque recibimos el Espíritu a través de la unción con el ‘crisma’ –aceite mezclado con fragancias consagrado por el obispo – un término que se refiere a ‘Cristo,’ el ungido del Espíritu Santo».
«Renacer a la vida divina en el Bautismo es el primer paso. Por lo tanto es necesario que nos comportemos como hijos de Dios, es decir, que nos conformemos al Cristo que obra en la santa Iglesia, dejándonos involucrar en su misión en el mundo. Esto es lo que otorga la unción del Espíritu Santo: ‘Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro’ (Secuencia de Pentecostés). Sin la fuerza del Espíritu Santo no podemos hacer nada: el Espíritu es el que nos da fuerzas para ir adelante. Como toda la vida de Jesús estuvo animada por el Espíritu, así también la vida de la Iglesia y de cada uno de sus miembros está bajo la guía del mismo Espíritu»,
(Trabajo especial – Prensa Diocesana de San Fernando)
FUENTE:
www.udep.edu.pe
www.aciprensa.com