«Les dió el pan de la Palabra». Comentario bíblico. Domingo XVII, Ordinario/B.

En este Domingo, la primera lectura del Segundo Libro de Los Reyes, nos presenta la escena, donde el profeta Eliseo mandó a su criado, que le traía veinte panes, a dárselos a la gente para que comieran pues estaban en tiempos difíciles de hambre y mucha carestía. Fue entonces cuando el criado le pregunta a Eliseo ¿Cómo voy a repartir estos panes entre cien hombres? Lo cual nos hace descubrir algunos elementos:

  • El criado manifestando lógicamente la desproporción entre los veinte panes y la necesidad de los cien hombres.
  • Pero también le falta fe en Dios que mantiene la vida de él.
  • Y cuando todo medio humano parece haber llegado a su límite. Y finalmente Dios se manifiesta sobre la naturaleza y más allá de nuestra lógica matemática, dando de comer a cien hombres con veinte panes.

De una forma similar con la primera lectura, tenemos el evangelio de hoy, donde San Juan, nos presenta esta misma situación, el drama de la abundante necesidad frente al drama de la escasez.  Y a partir de hoy, empezamos a leer el capítulo sexto del Evangelio de san Juan, que escucharemos por algunos domingos más, ya que el Evangelio de San Marcos es más corto y la liturgia ha optado por leer la profunda reflexión de San Juan respecto a la multiplicación de los panes y el discurso del Pan de Vida.

Pero antes que todo hay que recordar, que el domingo pasado escuchamos cómo Jesús lleva al otro lado del lago a sus discípulos a un lugar apartado para descansar un poco y de repente se aparece la gente necesitada y Jesús suspende el descanso y se pone a enseñarles porque estaban como ovejas sin pastor. Jesús les dio el pan de la Palabra. Y hoy se completa el banquete de Jesús porque no sólo les dio la Palabra, sino multiplicó el pan para ellos, un pan especial. Porque no basta la Palabra de Dios, ya que la palabra puede ser escuchada pero mal interpretada, por eso la Palabra se hizo carne. Porque no bastaba la Ley, los Profetas y los Salmos, sino tuvo que hacerse carne la Palabra para darse como nuestro alimento.

¿Por qué seguía la gente a Jesús? El evangelio nos cuenta que lo seguían porque habían visto las señales milagrosas que hacía curando a los enfermos. No lo seguían por sus enseñanzas, sino por sus milagros ¡tremenda tentación! Sin embargo, el Señor los continúa alimentado de su palabra y ahora de un pan especial, que ya simboliza el don de la Eucaristía.

Pbro. Eduard Rueda

Administrador Parroquial de la Parroquia Ntra. Sra. del Rosario – Morenera

eduardrueda@gmail.com

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