«La vida cristiana es Permanezcan en Él». Reflexión para el V Domingo de Pascua, 2021.

Evangelio según Juan 15, 1-8

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto.

Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan en mí y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer. Al que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde.

Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá. La gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos’’.

PALABRAS DEL SANTO PADRE

«La vida cristiana es permanecer en mí«. Permanecer. Y utiliza aquí la imagen de la vid, ya que los sarmientos permanecen en la vid. Y este permanecer no es un permanecer pasivo, un dormirse en el Señor: esto sería quizás un ‘sueño beatífico’, pero no es eso. Este permanecer es un permanecer activo, y es también un permanecer recíproco (…) Es cierto, los sarmientos sin la vid no pueden hacer nada pues la savia no les llegaría, necesitan la savia de la vid para crecer y dar frutos; pero también el árbol, la vid necesita de los sarmientos, porque los frutos no están unidos directamente a la vid, sino mediante los sarmientos. Es una necesidad recíproca, es un mutuo permanecerse para dar fruto. (Homilía en Santa Marta 13 de mayo de 2020)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio