Ministerios Laicales

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Ministerios conferidos a Laicos

«Hay diversos dones espirituales, pero el Espíritu es el mismo. Hay diversos Ministerios pero el Señor es el mismo. Hay diversidad de obras, pero es el Señor quien obra todo en todos. La manifestación del Espíritu que a cada uno se le da, es para provecho común» (1Cor 12, 4-7).

En el documento Nª 7 del Concilio Plenario de Venezuela, «El laico católico, fermento del reino de Dios en Venezuela», se proyecta una nueva etapa, en la cual  debe existir una mayor participación y vinculación en el servicio como compromiso bautismal. Este compromiso debe ser consiente, espontaneo, impulsado para la acción del Espíritu Santo, que permita el creer y el actuar, lo cual exige al mismo tiempo una formación integral y permanente (Actuar, 3.2.3.), que se encarne en la realidad propia de la Iglesia local, respondiendo a necesidades concretas. En este sentido, los Ministerios conferidos a Laicos viene a enriquecer la experiencia de evangelización y favorece una mayor participación de los Bautizados.

Los Ministerios no existen en la Iglesia sólo por la escasés de Sacerdotes; tampoco debe considerarse un “desglose” del ministerio ordenado, a modo de ayudantes instrumentales, sino como un desarrollo del carácter bautismal, asumiendo «Servicios concretos» encomendados por el Obispo y desarrollados en sus comunidades, en comunión con él y sus pastores.

La eclesiología de la “Lumen Gentium”, basada en la identidad de toda la comunidad como Pueblo sacerdotal asociado a Cristo Sacerdote, es lo que motiva más profundamente la participación de los laicos no sólo en la celebración misma, sino en sus varios ministerios (cf. IGMR 58). Es la imagen de la Iglesia, su teología, la que ha motivado esta diversidad de los ministerios. Una Iglesia que no está constituida por sólo por clérigos, sino también por los laicos. Ellos son admitidos por el deber y el derecho que tienen por su condición de bautizados, «sacerdotes, profetas y reyes». (cf. IGMR 58).

Para recibir un Ministerio, el Laico debe participar de un itinerario que le capacite para la misión. En la Diócesis de San Fernando de Apure se ha organizado la Escuela para Ministerios Laicales, la cual consiste en un programa de formación que abarca varias áreas (Bíblico, Teología, Pastoral) que favorece la preparación del candidato antes de ser adminitido.

Perseverancia en el Ministerio

Al recibir ministerios, los laicos ejercen esos oficios en sus Parroquias. Esto incrementa la Participación del Pueblo de Dios en la actividad Misionera de la Iglesia, de forma ordenada y en comunión.

A través de la Vicaría de Pastoral, la Diócesis asume el compromiso de acompañarles mediante experiencias de actualización teológica y pastoral, retiros espirituales y otras iniciativas que favorezcan el «caminar juntos» y manetener «la llama encendida» del compromiso como ministros de la Iglesia.


MINISTERIOSIdentidad y Competencias.

El Laico Instituido Ministro Animador de la Comunidad coordina la actividad pastoral de una pequeña comunidad cristiana (PCC), respondiendo a los lineamientos del Plan Diocesano de Pastoral. En tal sentido promueve la participación de los fieles y su colaboración para distintos servicios. Puede presidir Celebraciones de la Palabra Dominicales. En virtud de la globalidad de esta tarea, quienes la ejercen forma parte del Consejo Parroquial, a menos que su número aconseje una participación representativa.

Cf. Directorio de Ministerios conferidos a Laicos..
Conferencia Episcopal Venezolana. 12 de Julio de 2017.

Estatutos Diocesanos para Ministerio de Animador de Comunidad

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  • El Ministerio de la Palabra o Lectorado conferido a laicos es un servicio estable a la Iglesia Local.
  • El Laico Ministro de la Palabra puede cargar el Libro de los Evangelios en la procesión de entrada (en ausencia de un diácono);
  • proclama la(s) lectura(as) asignadas.
  • Está capacitado para dirigir la Celebración de la Palabra en ausencia de otros ministros (sin distribución de la Comunión).
  • Organiza y anima el equipo de lectores de la Parroquia, ayudando a otros a desempeñar dignamente el oficio de proclamar la Palabra de Dios en las Asambleas Litúrgicas.
  • En ausencia de ministros ordenados, podrá dirigir la oración de exequias.
  • Vela por el cuidado de los leccionarios y en general anima el buen desarrollo de la Liturgia de la Palabra en la Parroquia.
  • Es el responsable de animar y organizar, junto al Párroco, la Lectio Divina y otros espacios de formación bíblica en la Parroquia.
  • Es, por su oficio, el encargado de la Animación Bíblica en la Parroquia, y por tanto miembro del Equipo Diocesano de Animación Bíblica
Estatutos Diocesanos para el Ministerio de Lectorado Conferido a Laicos
  • El Ministerio de la Catequesis conferido a laicos es un servicio estable a la Iglesia Local.
  • El Laico, al ser instituido Ministro de la Catequesis, manifiesta su disponibilidad para la misión evangelizadora (Antiquum Ministerium).
  • Por tanto, “el obispo podrá contar con la disponibilidad de un cuerpo de catequistas diocesanos instituidos para poder ir a aquellos lugares de la diócesis más necesitados de la catequesis, si así fuese necesario” (Mons. Rino Fisichella).
  • El Ministro de la Catequesis apoyará y respaldará la actividad catequética realizando tareas que son imprescindibles, como: la formación de catequistas, la elaboración de materiales, la reflexión, la organización y planificación. Por tanto, son candidatos para ser convocados al Secretariado Diocesano de Catequesis de manera estable o para asuntos concretos. Estos agentes, junto con los catequistas, están al servicio de un único ministerio catequético diocesano, aunque no todos realicen las mismas funciones, ni por el mismo título.
  • Los Laicos instituidos Ministros de la Catequesis, desempeñarán oficios de coordinación en sus Parroquias, y son los primeros candidatos asumir coordinaciones a nivel Zonal o Diocesano.
Estatutos Diocesanos para el Ministerio de la Catequesis
  • El Ministerio Extraordinario de la Sagrada Comunión conferido a laicos es un servicio estable a la Iglesia Local.
  • El Ministro Extraordinario de la Comunión ejerce su servicio cuando la necesidad lo requiera (Los Domingos y Solemnidades, cuando los ministros ordinarios sean insuficientes, o el ministro ordinario esté incapacitado).
  • Durante la Eucaristía, se presentan en el altar cuando el sacerdote está recibiendo la comunión. Ellos mismos reciben la comunión ya sea a través del sacerdote, el diácono u otro de los ministros. Luego, ayudan en la distribución del Cuerpo (y la Sangre de Cristo) a la asamblea. Según las circunstancias, pueden ayudar en la purificación de los recipientes, así como también trasladar el Copón con el Santísimo Sacramento del Sagrario al altar y/o del altar al sagrario.
  • Están capacitados para celebrar la Palabra de Dios y distribuir la Sagrada Comunión en ausencia de Ministros Ordenados.
  • Distribuyen la Sagrada Comunión a los enfermos e impedidos.
  • En ausencia del Presbítero o el Diácono, puede abrir la puerta del Sagrario para la Adoración Eucarística, exponer el copón sobre el altar o el Santísimo Sacramento en la Custodia, pero sin impartir la bendición.
  • En ausencia de ministros ordenados, podrá dirigir la oración de exequias.
  • Velar por el cuidado del Sagrario, y de la Sacristía en general.
Estatutos Diocesanos para los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión
  • El Ministerio de la Caridad conferido a laicos es un servicio estable a la Iglesia Local.
  • El Laico instituido Ministro de la Caridad hace de la Solidaridad una opción libre y responsable, desde una noble y generosa conciencia social, pero al mismo tiempo desde una seria opción personal para hacer seguimiento de Jesús, presente en los crucificados de hoy.
  • La colación del Ministerio le vincula decididamente a la Pastoral Social (Cáritas), capacitándolo para desempeñar funciones de animación y Coordinación en la Parroquia y en la Diócesis, de forma organizada y en comunión, a la luz de las orientaciones Diocesanas y Nacional. Por tanto, puede ser llamado al Equipo Diocesano de la Pastoral Social.
  • Así mismo, estará disponible para desempeñar voluntariados a nivel Diocesano, en los programas que se le requiera, de modo permanente o en casos concretos. Se les considerará entre los primeros candidatos para asumir coordinaciones a nivel Zonal o Diocesano.
Estatutos Diocesanos para Ministros de la Caridad

“Los fieles laicos han de ser formados para vivir aquella unidad con la que está marcado su mismo ser de miembros de la Iglesia y de ciudadanos de la sociedad humana»

(CPV documento Nª 7 juzgar,  2.3).


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