La celebración de halloween comenzó en Irlanda hacia el año 100 D.C. En aquella época halloween era un festival pagano que los celtas celebraban con el nombre de Samhain, una antigua palabra gaélica que significa “el final de la cosecha”. Los Celtas creían además que, en la noche del Samhain, los espíritus de los muertos volvían a visitar el mundo de los mortales, así que encendían grandes hogueras para ahuyentar a los malos espíritus. Pero muy atrás quedaron los años 100 D.C. cuando los irlandeses celebraban el fin de la cosecha y comenzaban a prepararse para el invierno, almacenando comida.
Sin embargo, en la actualidad, la mercadotecnia ha hecho de este un día mas comercial que ha calado tanto en la sociedad anglosajona como en la latinoamericana, haciendo pasar esta por una fiesta inocente en la que los niños salen a la calle a pedir dulces disfrazados desde personajes de sus películas favoritas, e incluso de calaveras, siendo este último un estilo nada inocente.
En 2007, el arzobispado mexicano llamó a sus fieles a no celebrar el halloween, por considerarlo un festejo legado al ocultismo y prácticas satánicas. »La actual fiesta de halloween no sólo no tiene nada que ver con la celebración que le dio origen, sino que, incluso, es nociva y contraria a la fe y la vida cristiana», señaló la Arquidiócesis Primada de México en un artículo publicado en su semanario »Desde la fe».
En nuestro país, a pesar de no haber alguna Ley que prohíba esta celebración, en el año 2005 el fallecido presidente Hugo Chávez, hizo un llamado a los padres a no disfrazar a sus hijos en halloween por considerarla una “costumbre gringa”; «es bueno hacer un llamado a reflexión», dijo Chávez respecto a la celebración de halloween durante su programa de radio y televisión «Aló, presidente». «Vienen las familias y entonces empiezan a disfrazar a los niños de brujas, de brujos», comentó. «Eso es contrario a lo nuestro», puntualizó.
La biblia, directamente no se refiere a la celebración del halloween, no obstante, algunas citas nos podrían orientar en la celebración de la vida en lugar de la muerte, veamos algunas de ellas;
1 Corintios 10:21
No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.
Efesios 5:11
Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas.
3 Juan 1:11
Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios.
Isaías 5:20
¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; ¡que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
En conversaciones con sacerdotes de nuestra diocesis, comentaban que esta es una celebración que claramente esconde oscuridad delante de la inocencia. Algunos incluso a través de sus sociales hicieron un llamado a su feligresía a evitar celebrar la noche de halloween, pues un buen católico no se hace eco de festividades que evoquen ocultismo en lugar de vida y luz.
Zinnia Palencia Hernández
Licenciada en Comunicación Social
citas de la web