En el Corazón histórico de la Ciudad de San Fernando y muy cerca de la Santa Iglesia Catedral, está la Rectoría del Sagrado Corazón de Jesús y Santuario Eucarístico Diocesano Beato José Gregorio Hernández Cisneros, donde reposa la Sagrada Reliquia de primer grado del Beato Médico de los Pobres.De especial relevancia tiene el Santuario en nuestra Iglesia Particular, ya que en la Ciudad de San Fernando aconteció el Milagro atribuido a la Intercesión de José Gregorio Hernández que le llevó a los altares.
DIRECCIÓN:
Calle Sucre, entre Calles Independencia y Salia, detrás del Colegio Fe y Alegría Sagrada Familia. San Fernando de Apure, Estado Apure – Venezuela.
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HORARIOS:
- Lunes. y Viernes. Santa Misa (10:000AM)
- Miercoles: Adoración Eucarística desde las 8:00AM hasta las 4:00PM. Santa Misa (4:00PM)
- Domingos. Santa Misa (9:00AM).
- Otros Sacramentos: a convenir con el Rector del Santuario.
Según testimonio gráfico ofrecido por la Dra. Trina Caraballo, la Capilla Sagrado Corazón de Jesús fue bendecida el 18 de Enero de 1948, siendo esta porción de pueblo de Dios parte del Obispado de Calabozo. Siempre se consideró una capilla anexa al Colegio Sagrada Familia de Nazaret, mismo que fue regentado por la Congregación de Hermanas Misioneras de la Sagrada Familia, que dejaron un legado imborrable en esta Iglesia Particular. Desde que esta congregación partió de la Diócesis de San Fernando, la Capilla del Sagrado Corazón de Jesús fue anexada como capilla filial a la Parroquia San Fernando Rey.
Una vez celebrada la toma de posesión de Mons. Alfredo Torres como Obispo de San Fernando de Apure, poco a poco fue indicando orientaciones pastorales para renovar la Iglesia Diocesana. Es así que en una de las primeras reuniones de la Zona Pastoral San Fernando que él acompañó señaló la necesidad de tener en la ciudad un lugar donde fomentar el culto Eucarístico y tener Adoración Eucarística permanente. Las Parroquias de la Zona asumieron tal compromiso y en Septiembre de 2017 se dio inicio a jornadas de Adoración Eucarística continua los días miércoles de 8:00AM a 4:00PM finalizando con la Santa Misa, y distribuyéndose la responsabilidad entre las mismas parroquias, contando con el apoyo de los Sacerdotes de la Ciudad y el Sr. Obispo. Ya desde aquella primera jornada de Adoración, Mons. Torres señaló la identidad que en adelante debía caracterizar a este lugar de culto: “La Capilla del Sagrado Corazón de Jesús debe ser una lámpara encendida donde todos podamos venir hacer adoración; necesitamos hacer mucha oración, porque mucho es el trabajo evangelizador”.
¡Feliz coincidencia! La beatificación fue aprobada el 19 de junio de 2020, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, luego de que una comisión teológica de expertos concluyera que un milagro de José Gregorio Hernández salvó la vida de una niña de 10 años, gravemente herida durante un asalto en marzo de 2017. Así, escuchado el parecer del Consejo Presbiteral, el día 26 de Octubre de 2020 Mons. Alfredo Torres promulgó mediante decreto la elevación de la antigua “Capilla del Sagrado Corazón de Jesús” a “Rectoría y Santuario Eucarístico Diocesano Beato José Gregorio Hernández Cisneros”, celebrándose su erección canónica el día 15 de Mayo de 2021, día en el cual se entronizó Solemnemente la Sagrada Reliquia de nuevo beato en su Santuario en San Fernando de Apure. En Agosto de 2022 se hicieron algunos trabajos de reparación y embellecimiento del Santuario.
El Santuario Eucarístico Diocesano Beato José Gregorio Hernández es uno de los Templos más antiguos de la capital apureña. Comprende una planta simple, con estructura de corte colonial y elementos modernos; el techo es de machihembrado grueso rematado con tejas.
Posee un hermoso retablo de Madera en la que destaca la hermosa imagen del Sagrado Corazón de Jesús, encima del Sagrario señalado por una lámpara colgante que prende sobre el Altar Mayor, también elaborado en Madera. Los ventanales amplios, proporcionan frescor e iluminación. El piso está revestido con losas italianas de mitad del siglo XX y destaca el coro, con escaleras y barandas de madera. Al lado derecho de templo aguarda una Imagen 1.5Mts de alto del Beato Médico de los pobres, para recibir a todos los peregrinos.
José Gregorio Hernández Cisneros nació el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, un pequeño pueblo a unos 430 km al oeste de Caracas. Su educación fue católica, y consideró hacerse sacerdote, pero finalmente decidió seguir una carrera médica. Recibió becas para estudiar fisiología experimental y bacteriología en Europa, y luego trajo consigo sus conocimientos para seguir trabajando en una Venezuela en proceso de modernización.
El Dr. Hernández fundó tres departamentos de ciencias médicas en la Universidad Central de Venezuela en Caracas y, según se cree, fue quien dio a conocer el microscopio en este país. Pero además de su trabajo como científico, Hernández también ejerció la medicina y era conocido por asistir a los necesitados de forma gratuita.
A pesar de todo, Hernández siguió siendo un fiel católico e incluso volvió a intentar por la vida sacerdotal años más tarde. Según cuenta sus biógrafos, José Gregorio Hernández entregó a Dios su vida a cambio de que este pusiera fin a la Primera Guerra Mundial. El 29 de junio de 1919, murió atropellado por un carro, justo el día después de que se firmara el Tratado de Versalles. Miles de venezolanos asistieron a su funeral gritando: ¡José Gregorio es nuestro!
La memoria del “médico de los pobres y ciudadano ejemplar” se mantuvo viva, no solo en Venezuela, sino también en otras partes de América Latina. Su tumba pasó a ser un sitio de peregrinaje, y comenzaron a surgir testimonios de curaciones milagrosas. Ya en vida, el beato José Gregorio Hernández tuvo muchos devotos, porque pasó haciendo el bien. En 1949, 30 años después de su muerte, el arzobispo de Caracas presentó la petición formal para que Hernández fuera santificado. En 1972 la Iglesia le da el título de Siervo de Dios y 16 de Enero de 1986 el Papa San Juan Pablo II lo declara Venerable. El Papa Francisco autorizó la Beatificación de José Gregorio Hernández Cisneros y la celebración tuvo lugar el día 30 de Abril de 2021 en la Capilla del Colegio La Salle en Caracas, ceremonia presidió el Excmo. Mons. Aldo Giordano, Nuncio Apostólico en Venezuela, con una asamblea reducida de 150 personas por motivo de la Pandemia a causa del COVID19.
La niña Yaxury Solórzano de 10 años de edad, había recibido un disparo en la cabeza tras un incidente ocurrido en el caserío Mangas Coveras, del estado Guárico, el 10 de marzo de 2017 y no fue sino hasta 50 horas después del suceso, que pudo ser intervenida quirúrgicamente en la capital del Estado Apure.
Estando en San Fernando, la madre de Yaxury le pidió Doctor José Gregorio Hernández que la salvara. En medio de su angustia y desesperación, afirma que el Venerable le dijo en un sueño: “No te preocupes, que tu hija va a salir bien. Yo mismo la voy a operar”.
El pronóstico era reservado debido a la gravedad de la herida, y los médicos diagnosticaron que de salvarse quedaría con discapacidad severa.
Cuatro días después de la operación, el milagro estaba cumplido, Yaxury empezó a reaccionar bien a todas las pruebas y exámenes, bastando 20 días para estar completamente sana, sin secuelas. Un hecho inexplicable científicamente y certificado por una junta médica.
El Dr. Alexander Krinitzky, neurocirujano que realizó la operación a Yaxury en la que recibió el milagro, ha manifestado reiteradas veces: «Me siento orgulloso, honrado, comprometido. Esto nos da un mensaje de que la fe nunca se puede perder, que la fe va de la mano con la ciencia, así lo demostró el Dr. José Gregorio Hernández con su vida».
Pregón por la Beatificación
de José Gregorio Hernández Cisneros.
Los Obispos Venezolanos, y junto con ellos toda la Iglesia, exulta de gozo por la tan esperada Beatificación de José Gregorio Hernández Cisneros, y lo expresamos así:
1.- ¡Alégrense los ángeles y los santos, que comparten el gozo de la Madre Iglesia por la exaltación de uno de sus hijos, pues quien se humilla será ensalzado (Lc. 18,14)!
2.- ¡Toda la creación alabe a Dios, Padre Creador, por el regalo maravilloso de este descendiente de nuestros primeros padres, redimido por Cristo, nacido en Isnotú, que supo conservar su olor a pueblo, bautizado y hecho miembro de la Iglesia en su humilde iglesia parroquial!
3.- ¡Hermosa melodía resuena en el Estado Trujillo, en los Andes majestuosos con sus nieves eternas, en el Ávila esplendoroso que cobija a Caracas, ciudad querida y adoptada por JOSÉ GREGORIO, y en las llanuras inmensas de nuestro país en las que sopla la brisa fuerte del Espíritu, allí donde tuvo lugar el milagro de la curación de la niña Yaxury Solórzano!
4.- ¡Goce también la multitud de hombres y mujeres, particularmente los pobres y sencillos, que han recibido los beneficios de JOSÉ GREGORIO, tanto durante su vida de servicio como médico, como después de su tránsito al Padre en quien creyó, convirtiéndose en servidor de los más necesitados!
5.- ¡Agradezcamos a Dios Todopoderoso rico en Misericordia, que por medio de su siervo JOSÉ GREGORIO, hizo y sigue haciendo innumerables favores de sanación física y de conversión espiritual a muchos hermanos nuestros para el desarrollo de una auténtica vida humana coronada por la fe!
6.- ¡Regocíjense tantos hombres y mujeres que en sus quehaceres diarios se esfuerzan por construir humanidad: una familia digna, llena de amor y alegría, una comunidad solidaria, una patria renovada en su conciencia histórica de sujetos de derechos y deberes, unida en sus raíces, valores y destino, creadora de caminos de reconciliación, fraternidad y esperanza!
7.- ¡Alégrense los científicos creyentes que han apostado por el diálogo fe-ciencia, como compromiso de su bautismo, quienes son consolados y fortalecidos con la beatificación de JOSÉ GREGORIO, en su misión de hacer de su profesión un decidido testimonio de aprecio, amor y servicio a la vida, bajo cualquier circunstancia!
8.- ¡Siéntanse dichosos todos los que respetan, promueven y defienden la vida y su calidad auténticamente humana, porque ella es inviolable y sagrada, como la protegió desde la concepción hasta la muerte natura, el médico JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ!
9.- ¡Llénense de esperanza los jóvenes venezolanos, y recojan los estudiantes el legado que les deja nuestro nuevo beato: tomar conciencia de formarse bien para servir más y mejor!
10.- Sea bendito y alabado Dios Padre, que llamó a nuestro querido médico a ser su servidor en el ejercicio de la medicina, e hizo que por su vocación adquiriera profundos conocimientos médico-científicos, con su investigación entre microscopios e instrumentos de trabajo, para entregarse, con sabiduría y caridad plena, a todos, en especial a los más pobres y necesitados.
11.- Bendito sea Dios Hijo, Jesucristo, dado a conocer por JOSÉ GREGORIO, más con el silencio y el testimonio de sus obras que con muchas palabras, junto con la Madre María de San José, Madre Candelaria de San José y Madre Carmen Rendiles, y la legión de hombres y mujeres testigos de su resurrección, mediante el trato ejemplar, sencillo y alegre al prójimo.
12.- Gloria a Dios Espíritu Santo, inspirador en América Latina, desde los comienzos de su historia, de la santidad, en figuras tan populares como Rosa de Lima y Martín de Porres, que emplearon sus dotes y cualidades en beneficio de la salud del pueblo por amor a Cristo Crucificado y Resucitado.
13.- Bendita sea la Virgen María, Madre de Cristo, Sanador y Salvador, modelo de la vida religiosa y espiritual de JOSÉ GREGORIO, principal protectora del pueblo venezolano, que la venera como Madre y Reina bajo la advocación de Nuestra Señora de Coromoto.
14.- Regocijémonos con nuestra Iglesia Católica, que a través del Papa Francisco, ha reconocido las virtudes y valores de este hermano y compatriota nuestro, para que por su intercesión, sea faro de luz y testigo de fe, esperanza y caridad para todos los que vivimos en esta patria.
15.- Como hombres y mujeres de fe, que descubrimos la voz y el paso de Dios en los acontecimientos de la historia, estamos convencidos de que el Beato JOSÉ GREGORIO, honra de nuestro gentilicio, nos convoca a una unidad superior, por encima de nuestras diferencias sociales, políticas, culturales y religiosas, para reconstruir en armonía el tejido social y recuperar al país en todas sus dimensiones.
16.- Pensemos en tantos profesionales de la salud, médicos, enfermeras y personal sanitario, que han visto en JOSÉ GREGORIO, miembro fundador de la Academia Nacional de la Medicina en Venezuela, un ejemplo de inteligencia humanista, de abnegación cívica, un modelo de valentía cristiana, en combatir, junto con otros colegas médicos, la pandemia de la “Gripe Española”, hace un siglo.
17.- Unamos nuestras voces en una sola oración, pidiendo al Beato JOSÉ GREGORIO, que desde su bondad y sabiduría, ilumine el entendimiento de las autoridades y dirigentes, sobre quienes reposa la responsabilidad de atender la urgencia de la vacunación masiva, de manera equitativa, transparente, despolitizada y eficiente. No ponerse de acuerdo o negarla es un acto criminal que clama al cielo.
18.- Seamos parte de la cultura del encuentro, presente y manifiesta en las tradiciones de nuestros pueblos, que crea en momentos de enfermedad, duelo y otras crisis, la posibilidad de reunirse, en torno a la figura de JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ, sin distingos, con la capacidad de darse una mano y ayudarse a sobrevivir y a convivir en paz.
19.- Preparemos con alegría y esperanza la beatificación de JOSÉ GREGORIO como un estímulo para acercarnos más a Dios, seguir a Jesucristo como él lo hizo, y ser protagonistas de la justicia, la paz y el progreso integral de nuestra sociedad.
20.- Queridos hermanos y hermanas, estamos celebrando la victoria Pascual de la Resurrección de nuestro Salvador Jesucristo. Él experimentó un gran sufrimiento injustamente aplicado; pero lo convirtió en gloria, venciendo el poder del mal y la muerte; por su gracia, el Beato JOSÉ GREGORIO ayudará a Venezuela, sumida en tantos sufrimientos, a resucitar a una vida nueva, de respeto mutuo, convivencia en libertad, solidaridad efectiva con los más necesitados y superación de toda exclusión.
21.- Hermanos todos en la fe y en el bautismo, celebremos y acompañemos ese glorioso día, 30 de abril: que temprano en la mañana repiquen las campanas de nuestros templos en agradecimiento a la Santísima Trinidad, como expresión del júbilo que nos embarga y de la esperanza que nos anima, porque Dios ha mirado con amor a nuestro pueblo; y clamemos al Padre celestial por nuestra salud física, social y espiritual y la de todos los pueblos. Amén.
Con nuestra bendición pascual.
Los Arzobispos y Obispos de Venezuela.
Caracas, domingo 11 de abril de 2021.