«Un alimento para proclamar la vida del Hijo». Comentario Bíblico. Domingo XIX, Ordinario/B.

La liturgia de la Iglesia nos invita a meditar este domingo décimo noveno del Tiempo Ordinario: el pan de vida, el pan que nos ha bajado del cielo.

En la lectura del primer libro de los Reyes, nos lleva a comprender la misión profética de Elías y la angustia por dejar este mundo; cansado de tanta fatiga; por lo tanto el hombre representa a la humanidad, tantos hombres y mujeres que son elegidos por Dios para una misión; esto es lo que representa el profeta Elías, viendo en su personalidad lo que el hombre de hoy le pide a Yahvé. Que le quite la vida, porque ya no aguanta su desesperación, angustia y cansancio. Ante todo, Dios todopoderoso es misericordioso con su hijo y le proporciona alimento. Alimento para saciar como humano su hambre y su sed.

La presencia del Ángel ante Elías es la misma presencia de Dios donde invita a este hombre a seguir su misión. Yahvé no abandona al elegido, siempre está a su lado dándole fuerza y ánimo para seguir el proyecto que él mismo lo ha llamado a cumplir. La presencia del pan y agua en la lectura es una prefiguración del pan y vino ofrecido por el mismo Jesús donde se transforma en el cuerpo y la sangre de nuestro salvador. Así como Elías tuvo fuerza con el pan y agua, para seguir el camino que le había ofrecido el Ángel. Hoy Jesús pan vivo bajado del cielo nos alimenta con la eucaristía para dar a nuestro Espíritu fuerza y ánimo para seguir luchando en este combate.

Cómo no agradar a Dios por medio de la lectura del apóstol Pablo a los Efesios, que nos exhorta a no estar triste, desconcertado, desanimado, desesperado; el Padre y el Hijo nos ha dado el Espíritu Santo, que nos lleva a comprender y amar el misterio del Hijo de Dios. Yahvé nos ha marcado con su sello, con su unción, nos ha dado su alimento para proclamar la vida en su Hijo amado.

El Santo Consolador nos lleva a dejar la negativa del pecado para vivir la gracia en el Hijo amado del Padre. Nos conduce a ser imitadores de Cristo, entregarnos a la humanidad con amor porque Dios nos ha creado bueno. La palabra de hoy Domingo especialmente en el Evangelio según San Juan; Cristo nos llega a nosotros como pan Espiritual, creer en él es comulgar su vida inmortal, el que cree tiene vida eterna. Este alimento Espiritual aprovecha a los cristianos como viático de amor, pan para el camino providentemente dado por Dios como hizo con el profeta Elías. Cuando comulgamos el cuerpo de Cristo pan de vida eterna, comulgamos su divinidad y su humanidad pan para el viajero, sustento para la vida del hombre, hasta la morada Santa.

La vida en Cristo y en su Espíritu que comienza en el Bautismo tiene en nuestra vida una existencia moral. La ley de Cristo basada en la imitación del amor de Cristo, amor de entrega desinteresada manifestada en el sacrificio voluntario.

Pbro. Dalvin Leonel Osuna Rausseo

Administrador Parroquial de la Parroquia San Juan Evangelista de Payara

dalvinosuna@gmail.com

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